De cuando Cupido se disfrazó de atletismo

El fin de la década de los 80 se hacía presente en el calendario. UnLiudis Massó y Omar Turro muchacho de unos 23 años de edad necesitaba que alguien cronometrara el tiempo que hacía en su carrera. En las gradas, una joven de 18 parecía ser la única persona que podría contribuir a que el chico, no interrumpiera su entrenamiento.

Una amable petición de su parte, permitió que la muchacha accediera, con toda la dulzura que la caracterizaba, a ayudarlo. Desde entonces, la vida de ambos, cambió.

Ella: Liudis Massó Belicer, fue doble titular paralímpica en Atlanta´96 y Sidney´00, subcampeona de estas citas en Athenas´04, y ganadora múltiple en lides panamericanas, centroamericanas y mundiales en la modalidad del lanzamiento del disco.

Él: Omar Turro Moya, tres veces campeón en eventos estivales, Barcelona´92 con dos preseas y Atlanta´96, también ostenta un sinnúmero de medallas en campeonatos del orbe y a nivel continental como velocista en las distancias de 200 y 400 metros planos.

Los dos sufren una discapacidad visual que les impidió competir como atletas convencionales, pero la falta de visión la compensan con todo el amor que puede caber en dos corazones entrelazados en un matrimonio que tiene ya 22 años.

“Definitivamente el atletismo nos unió, pero el destino lo ayudó un poco, imagínense que a la primera cita que le pedí me dijo que sí, sin embargo el día acordado trató de escabullirse, por suerte soy un hombre puntual y cuando la atrapé huyendo no tuvo más remedio que quedarse”, nos cuenta divertido Omar.

“Eso es cierto, le pedí a mi entrenador comenzar un poco más temprano la práctica para poder irme antes de que él llegara, fue inútil, logró interceptarme y bastó esa charla inicial para aceptarlo”, nos confiesa Liudis.

“Desde entonces todo ha sido más fácil para mí, Omar es mi sostén, es la persona que siempre está ahí para apoyarme, aconsejarme. Mi primera medalla de oro olímpica, en parte, se la debo a él porque fue quien me alentó a no rendirme luego de la mala competencia que había tenido el día anterior a la final, el ánimo que me dio fue tan reconfortante que aparte de subir a lo más alto del podio, logré establecer un récord que aún hoy prevalece”.

Para Omar poder contar con Liudis incondicionalmente durante todos estos años le permitió sobrepasar cualquier tipo de obstáculo que la vida le reservó tanto dentro como fuera de las pistas.

“Sin ella nada hubiera sido igual, por su presencia a mi lado en los momentos de penas y glorias que compartimos, por esos dos hijos maravillosos que tenemos, por las muchas alegrías que el deporte nos regaló, es que puedo considerarme hoy un hombre feliz y satisfecho conmigo mismo”, alega.

Como para demostrar que sus atrevimientos a la hora de esparcir amor no tienen límites, Cupido logró unir las vidas de dos campeones utilizando un método nada tradicional, se disfrazó de atletismo. ¿Dónde habrá guardado el pequeño travieso en aquella ocasión, el arco, las flechas y los pañales?

Acerca de liaehernandez10

Graduada de Periodismo en la Universidad de Oriente promoción de 2011. Trabajo en el periódico Venceremos. Mi perfil profesional son los deportes. Mi pasión, escribir sobre ellos.
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