El primer libro de Artes Marciales para invidentes del que se tenga referencia mundial, fue donado el pasado viernes a la Biblioteca provincial Policarpo Pineda.
El ejemplar, escrito en braille, lo entregaron sus autores Ramón Estrada Quintana y Benedicto Betancourt Herrera, presidente y vicepresidente de la Asociación Familiar Nacional de Defensa Personal para Ciegos.
El manuscrito forma parte del Programa nacional de rehabilitación para ciegos y débiles visuales, un proyecto comunitario que comenzó en Guantánamo extendiéndose por todo el país y donde se utiliza como método el Judo Tai, práctica abordada en el texto.
En el acto de entrega, Estrada Quintana expresó: “Este es un momento importante, es el inicio de una nueva era de las Artes Marciales y la rehabilitación para Cuba y el mundo, aunque esto implique tener que extinguir la doctrina de lo tradicional”, palabras en las que se basan las enseñanzas de la Escuela Cubana de Artes Marciales para Ciegos, única de su tipo a nivel global.
Con este libro, al alcance de los guantanameros que poseen discapacidades visuales, se abren las puertas a una nueva manera de adquirir conocimientos sobre defensa personal, una práctica que no solo favorece la masividad deportiva o a quienes gustan de esta disciplina, sino que además, vale para la vida, pues constituye otra forma de incorporar a estas personas a la sociedad.
Diana 